En este mundo donde tanta gente suele olvidar la magia de las cosas pequeñas, el sabor de los colores, el olor de las situaciones, donde o eres un aterrizado forzado o eres un tonto del mundo "Bilz y Pap" encerrado en una burbuja rosa, en este mundo nací y crecí, aprendí a ver las cosas desde fuera, aprendí a ser como esas Nubes pasajeras que flotan allá a lo lejos viendo todo, y tocando nada... Aprendí, crecí... Y decidí vivir. La gran verdad es que la mayoría no se aventura a vivir siquiera un poco. Establece un patrón determinado de comportamiento, especialmente si es uno de los patrones masificados de hoy en día. Se clasifican en grupos: si no perteneces a un grupo, eres nadie; y si tienes cosas de varios grupos, eres un posero o algo similar. Al mirar desde fuera, entendí que eso sucede por miedo, por no saber cómo enfrentar el mundo si no es con más gente a su alrededor que piense como el resto, y en cierta forma sé que mi propio universo se desplomaría si eso fuera de otro modo. Pero creo que voy un poco más lejos en mi vida que muchos. Decidí arriesgarme a que el mundo piense lo que quiera de mí, que soy una loca, una matona, una santa, el diablo con patas, una niña de 4 años, o una mujer madura. Ya nada de eso me importa: Aprendí a soñar, a luchar, a vivir por mis ideales, a ver lo bueno lo de las cosas y conservarlo a toda costa, a mirar el mundo con ojos de niña, y apreciar cada detalle de la creación de Dios, a respetar a cada persona por quién es, aunque me cueste, y quererla por ello... Aprendí, finalmente, a ser YO. Etiquetas: Presentación |